Las cabinas de pintura necesitan grandes cantidades de aire por motivos de fiabilidad operacional para conseguir resultados pulidos tras el proceso de pintado. Pero, además, para proteger la salud de los trabajadores y evitar una expulsión excesiva de contaminantes al medio ambiente.
Para ello se requiere un alto grado de separación, aunque las concentraciones de polvo y los caudales de aire sean altos.
Resultados perfectos para evitar rechazos de piezas
Las partículas del aire en suspensión dentro de la cabina acaban adheridas a las superficies que se están pintando y, por lo tanto, estropean los acabados al finalizar el trabajo, afectando incluso a la eficiencia energética de la propia cabina. Por eso, dentro de estos habitáculos, el aire debe mantenerse en excelentes condiciones.
Los contaminantes más habituales que se suelen encontrar en las cabinas están entre la propia vestimenta de los operarios o tienen como causa de ineficiencias en la filtración. Sin embargo, cualquier partícula transportada por el aire tiene gran probabilidad de depositarse en las piezas a la hora de pintar, y ocasionar un mal acabado que, en sus peores consecuencias, acaba en un rechazo de la pieza por parte del cliente.
Esto ocurre especialmente con aquellas partículas menores de 10 micras, que no provocan un defecto visual pero sí pueden ocasionar el rechazo de la pieza en una prueba de calidad o control de verificación de superficies.
La repetición de los trabajos supone un sobrecoste para estos negocios que no siempre pueden asumir la devolución o el rechazo de piezas sin afectar a su propia rentabilidad o ser penalizados con la pérdida de la homologación como proveedor de sus clientes.
Por otro lado, si se produce la parada de la línea de producción, al tener que sustituir una pieza del sistema también se genera una gran pérdida económica para la empresa, viéndose reducida notablemente su productividad.
Por todos estos motivos, las cabinas de pintura necesitan soluciones que eviten la contaminación por suciedad en sus trabajos.
Las soluciones de Grupo Cartés para el mantenimiento de cabinas de pintura
Una filtración de calidad solo puede verse garantizada por un asesoramiento continuo en la mejora de la eficiencia de los sistemas, apoyado en primeras marcas, el stock de estas, un servicio personalizado antes y después de servir los filtros y un proceso de mejora periódico.
Desde Grupo Cartés proporcionamos diferentes alternativas en función de tus necesidades específicas. Un control regular y preventivo de la cabina de pintura permite anticiparnos a posibles averías y consumos de energía elevados, aumentando la rentabilidad de la empresa o el profesional y garantizando la satisfacción del cliente final.
En el siguiente documento puedes leer más sobre nuestras soluciones para el mantenimiento de cabinas de pintura.
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